jueves, 27 de diciembre de 2007

Marco referencial o alegorismo gnoseológico


Sucede a veces, por no decir la mayoría del tiempo, que al momento de redactar cualquier informe o paper, por reducido ne extensión que este sea, se debe justificar y referir a cada idea expresada en este mismo con respecto a su origen, es decir: "¡¿de donde lo sacaste?!".
Si bien esto, en términos académicos, no presenta problema alguno, en la práctica se torna bastante complicado sobre todo en estudios exploratorios donde no hay nada a priori, sino que se pretende (en algunos casos) descubrir, conocer algo de lo que no existe una total certeza o conocimiento más o menos legitimado. En otras palabras, se deben justificar ideas a veces propias pero que si no poseen una fuente fidedigna no se consideran válidas o incluso llegan a ser motivo de sospecha.
Esto nos lleva a la contradicción de que por un lado se insta al alumnado a ser creativo y buscar alternativas de investigación mucho más novedosas, se cierra la posibiliad de plantear nuevos elementos, pues si el marco teorico no es lo suficientemente "potente" para justificar toda una investigación (aunque sea de caracter empírico); sea esta rechazada completamente.
Otra problema que se puede presentar, es que los errores o mejor dicho los sesgos que puedan tener las diversas teorías sea vayan repitiendo en forma progresiva, pues se suele caer en la reproducción o en la mera constatación de un statvs qvo de cierto fenómeno, cayendo en la mera información sin un peso investigativo respectivo, dejando sin lugar a la crítica, a la creación, pero sobre todo al descubrimiento y el progreso científico .
Tal vez sea un error o atrevimiento de mi parte para decir esto pero considero que el gran error de muchos investigadores, sean estos académicos o no, es respaldarse demasiado en la teoría porque al momento de analizar los datos, se cae en grandes dificultades al momento de establecer conclusiones o incluso para realizar el análisis pues el marco teórico "no les cuadra" como diría cualquier analista de sistemas.
Finalmente tenemos que el exceso de teoiricismo no resuelve los problemas de invstigación, claro está que no se pueden realizar datos en el aire no trazos aleatorias para "ver si resulta", a lo que apunto es al hecho de no defender a muerte un teoría como verdad o como superior a otra, pues a la academia nunca se le debe olvidar que JAMÁS se ha atrevido a poner en práctica una teoría, sino simplemente presentarla como un interpetación de la realidad o aproximación a la verdad.